Mi camino

Soy periodista. Y esto implica, ante todo, una manera de ser y de ver el mundo. Por eso siempre seré periodista. Algo distinto es que haga siempre periodismo. Fue mi primera vocación. Y creí -y creo- en la fuerza de este oficio para alumbrar el camino de una sociedad libre y para dar voz a quienes no la tienen voz. Porque todos cuentan.

Comienzo en prensa local (La Tribuna de Talavera) y continúo en prensa especializada en política y economía regional (Economía y Empresas de Castilla-La Mancha y Negocio Castilla-La Mancha) y nacional (Expansión.com). Y de aquella agenda diaria de tres intensos años, un reportaje de verdadera superación guerracivilista en Castillo de Bayuela, el anuncio del ‘cheque-bebé’ por parte de Zapatero en la campaña electoral de 2008 y el seguimiento de la negociación del modelo de financiación autonómica de 2009 o el rescate bancario de 2012.

Decido cambiar de flanco y especializarme en comunicación institucional, política y corporativa. Más allá de la necesaria interpretación de lo que pasa, es decisivo crear y proyectar lo que pasa. Crear el mensaje, marcar la agenda y fijar marcos de interpretación de la realidad que condicionen decisiones y emociones. No sólo es la información; es el relato. 

Castilla y León -y Palencia en particular- fue una elección personal para aportar y para crecer aportando. Apuesto por esta tierra como ámbito de vida y como ámbito profesional y configuro mi primer proyecto empresarial como consultor de comunicación y marketing. Entre aquellos primeros proyectos, creamos la oficina de comunicación de una institución educativa de ámbito nacional y marca y presencia internacionales. Fue la primera gran aventura. 

En 2015 me incorporo a la Administración local y confirmo una segunda versión de aquella primera vocación: la de construir una sociedad mejor a través del compromiso y la implicación públicas. De esta etapa municipal en Palencia asumo dos transformaciones urgentes: la de la propia función pública y la de la política. La primera, para transformar la Administración y garantizar su respuesta eficaz y humana en sus distintos ámbitos competenciales; la segunda, para alcanzar y consolidar un liderazgo real al servicio del progreso real.

Desde 2019, vuelvo a ayudar a quienes depositan en mí -en nosotros- su confianza. Bajo una nueva marca. Con el inconformismo de siempre. Y trato de contagiar que el marketing debe marcar la diferencia y la comunicación, el imprescindible valor añadido de la credibilidad. Empresas e instituciones lo necesitan. Juntos, podemos contribuir a una sociedad mejor desde cada posición.