Filomena para derrotar a Sánchez

Filomena ha noqueado a Pedro Sánchez. Una borrasca ha irrumpido en la meseta para derretir toda la propaganda monclovita. Cuando a un gobierno coactivo, que engaña a su conciencia vistiéndola de Robin Hood, le escalan la luz y el gas hasta el límite del ego trastornado del presidente, unos centímetros de nieve suponen precisamente la parálisis y el fin de la fábula.

El departamento sanchista de fuegos de artificio a costa del contribuyente controla mentes y medios, pero no fenómenos naturales. La inteligencia netamente artificial ha quedado más al descubierto que nunca. Tanto que Sánchez ha tardado dos días en aparecer. Acudió ayer en zapatos a rescatar España. Olvidó hasta la puesta en escena bélica de marzo. Y enmudeció. Dejó que hablase Ábalos, que no pisaba Barajas desde su affaire delictivo con Delcy. Y Marlaska, que después de continuar blanqueando al terrorismo de ETA en Navidad a cambio de presupuestos, habla de rescates como una broma macabra. 

Sánchez no reacciona. Porque la UME no es gobierno. Por si había alguna duda, lo aclaró el Rey en la Pascua Militar: los militares están siempre con la Constitución. Y, por tanto, con el bien común, la unidad y la convivencia. Y esto deja al gobierno socialcomunista a años luz. De su exigencia institucional y aún más de su exigencia moral, completamente dinamitada. 

En esta estancia agazapada en la cueva, propia de quien no se atreve a salir, Sánchez ha podido disfrutar contemplando un Madrid paralizado. Pero no ha podido paralizar al Almeida más tierno alcalde y a la Ayuso más gestora. Tampoco evitar que todas las miradas hayan abandonado la Cataluña del triste e imperdonable Illa para dirigirse al Madrid más blanco. La felicidad es Madrid. A pesar del caos y de la falta de previsión, que cuentan incluso fallecidos y que aún no permiten calcular el daño económico y, por tanto, social. Y esto Sánchez no se lo perdona. 

Filomena ha conseguido lo que ningún político -es evidente- en tantos meses de desesperación y abandono. Devolver la sonrisa a los españoles. Después de tanto como hemos vivido y vivimos, hasta la falta de previsión ha pasado a un segundo plano. Pura lógica, después del torrente de negligencia, de despropósito y de falta de escrúpulos que ha inundado España de sufrimiento, de muerte y de desesperación. Sánchez pasará a la historia como el presidente de la guadaña y de la alfombra bajo la que ha tratado de ocultar el tanatorio que le perseguirá siempre. Y que ha decidido ampliar por imperativo legal. E iglesias, como el aprendiz de dictador que leyó sobre comunismo y se hizo capitalista confeso. De Alcampo de Vallecas al e-commerce en Galapagar. Y todos los demás, como los que sostuvieron su mentira y su destrucción coaligada. 

Una borrasca con fuerza y poder ha devuelto la ilusión a los españoles y ha demostrado que este gobierno es más débil aún de lo que aparenta. Filomena ha demostrado una capacidad de transformación que debe asumir la sociedad civil. Para derrotar y expulsar a Sánchez. El presidente evidencia que su cuento totalitario se desvanece del modo más ingenuo. Cuando toman la calle la ilusión y la unidad. Si podemos retirar la nieve que bloquea vías, aceras y accesos, podemos expulsar al gobierno que aniquila nuestro presente y nuestro futuro. Claro que podemos.

Deja un comentario